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Foto del escritorPatricia Marie Cordero Irizarry

Conoce a la Dra. Erika Marín-Spiotta, profesora y activista en la Universidad de Wisconsin-Madison

Comprometida con la creación de una mejor comunidad científica enlazando historia, política, sostenibilidad, derechos humanos y ética.


Originaria de España, la Dra. Erika Marín-Spiotta es Profesora Asociada de Geografía y afiliada al Instituto Nelson de Estudios Ambientales, el Departamento de Ciencias del Suelo y Ecología de Bosques y Vida Silvestre, y el Programa de Estudios Latinoamericanos, Caribeños e Ibéricos en la Universidad de Wisconsin-Madison. Sus proyectos de investigación se centran en el efecto de las actividades humanas en el uso y cobertura de la tierra en los procesos del suelo, con énfasis en el ciclo del carbono y los nutrientes. Su equipo también analiza la reforestación después del abandono agrícola, la sucesión de bosques y el efecto de la diversidad vegetal y microbiana en los procesos biogeoquímicos en los sistemas agrícolas.


El trasfondo profesional


La Dra. Marín-Spiotta creció en un ambiente fuertemente agrícola en la costa este del país, donde contemplaba bosques plantados que habían sido manejados durante miles de años. A una edad temprana, se mudó a los Estados Unidos y le presentaron el concepto de naturaleza salvaje estadounidense, algo no había experimentado antes. Con el tiempo, aprendió que incluso los entornos más naturales pueden tener huellas humanas, por lo que se interesó por la historia del paisaje. Esto la llevó a obtener un bachillerato en Biología con especialización en Ciencias Políticas en la Universidad de Stanford, donde aprendió sobre desarrollo sostenible y gestión ambiental. Durante su bachillerato, tuvo la suerte de estar expuesta a la investigación y de tener mentores excepcionales.


Al graduarse, tuvo la oportunidad de ir a Brasil para trabajar en un proyecto de investigación en la selva amazónica. Se interesó por Terra Preta, un conjunto de suelos oscuros con horizontes profundos de materia orgánica asociados con el legado de los pueblos indígenas del pasado; y así, el interés por las actividades humanas en el medio ambiente se sostuvo. Esto la motivó a obtener un doctorado en Ciencias, Políticas y Gestión Ambientales en la Universidad de California-Berkeley, donde buscó la respuesta a la siguiente pregunta y continúa haciéndolo hoy día:


"¿Qué ves en el paisaje y qué suposiciones puedes hacer en base a lo que ves?"


Su mentora de Ph.D. le presentó a Puerto Rico y se enamoró de la isla después de ver cómo los bosques cambian con el tiempo después del uso de pastos en diferentes paisajes. Erika aprendió sobre la fascinante historia de las relaciones entre las personas y la tierra, y cómo están vinculadas a los cambios políticos que llevaron a la migración de personas de la isla a los Estados Unidos y de las zonas rurales a las urbanas.

“Puerto Rico estaba mostrando un rebrote en los bosques donde muchos otros países estaban experimentando una gran deforestación, por lo que se convirtió en un buen modelo para otros países de cómo los bosques tropicales son resistentes porque sus suelos son resistentes. Pueden volver ".


Hasta el día de hoy, continúa realizando investigaciones en Puerto Rico, colaborando con organizaciones e instituciones para crear oportunidades para los estudiantes.


Agitando las conversaciones necesarias


"Si estás interesado en la academia, tu objetivo es la permanencia, pero después de la titularidad, ¿qué haces?"


Insegura sobre cuál será su próximo paso, Erika continúa desafiáandose a sí misma y, después de obtener la titularidad, está explorando puestos de servicio y liderazgo dentro y fuera de su universidad. Sin embargo, ella está contemplando quizás un puesto de decano u otra posicion de liderazgo para tener un impacto más amplio en la universidad.


“La razón principal por la que entré en la academia es que me encanta trabajar con estudiantes, dándoles oportunidades a los estudiantes subgraduados para explorar cosas que les interesan, ya sea de mi universidad o de otras. Trabajar con los estudiantes es lo que más me gusta.”


Sin embargo, la academia no solo está compuesta por estudiantes, sino que es un sistema complejo que afecta la vida de muchos. Por tal razón, Erika se esfuerza por hacer que los entornos científicos y las universidades sean lugares más equitativos, y trabaja para aumentar la diversidad en los campos de la ciencia al enfocarse y cuestionar los aspectos negativos que, lamentablemente, hacen a un lado a las personas.


Es por eso que está en la junta directiva de Earth Women Sciences Network, un espacio donde puede conectarse con otras personas y construir una comunidad de apoyo, especialmente en departamentos donde no hay muchas mujeres. Erika ve una oportunidad para instigar un cambio de políticas en las organizaciones y al trabajar con sociedades profesionales para cambiar sus políticas para apoyar la diversidad, incorporando el antirracismo, el antisexismo y el antiacoso a la conversación.


“Conozco a demasiadas personas que dejaron la ciencia o decidieron permanecer en la ciencia y son infelices por el entorno exclusivo. No está bien, no deberíamos tener que aguantar estas cosas. Comenzó como activismo, pero ahora estamos investigando sobre esto".


Erika también formó parte del comité de la Unión Geofísica Estadounidense el cual reescribió su código de ética y mala conducta científica, una excelente manera de formalizar el activismo contra el acoso y la discriminación. Según Erika, los científicos no deberían ser recompensados ​​por sus logros profesionales si tratan mal a las personas. Sin embargo, en el mundo académico, no es tan simple como escribir un documento para promover el cambio. Sin embargo, ella dice que todos tenemos mucho más poder en nuestros roles de lo que puede parecer, "quizás no un poder jerárquico, sino un poder de defensa para pedir y exigir cambios".


“La burocracia y el miedo a las represalias de las personas que se presentan lo dificultan. La gente no se siente segura al hablar de estos problemas y parte de mi trabajo es recordárselos. A veces siento que me pone de mal humor todo el tiempo, pero si ese es el precio que tengo que pagar para que la gente se dé cuenta, que así sea ".


Lo que nos espera adelante

Erika ve la agricultura como una disciplina valiosa y fundamental porque todos necesitamos comer y las mujeres son esenciales en este campo.


"Necesitamos poder alimentar a las personas y sustentar a las comunidades, y es de esperar que podamos encontrar una manera de que sea más sostenible para los seres humanos y el medio ambiente".


En todo el mundo, muchas mujeres administran la tierra, puede que no sean propietarias de ella, pero la administran al igual que la producción de alimentos y las familias. Erika dice que sus contribuciones son tan importantes que no podemos dejarlas fuera, y deben incluirse en los temas agrícolas en todo momento y en todo lugar.


“Para mí, es un derecho humano que las personas estudien y puedan perseguir lo que les interesa y en lo que pueden convertirse en expertos. Si excluimos a las personas por su género, raza, origen étnico, orientación sexual, nacionalidad, religión, no está bien. Es un problema ético ".


Erika no cree en idolatrar a una persona como modelo a seguir. En cambio, se inclina por las comunidades de compañeros de mentores, colegas y estudiantes. Ella dice que estas son las personas que realmente marcan la diferencia. Por eso aconseja a los demás que creen y mantengan una comunidad de apoyo y que se unan a grupos y sociedades profesionales, especialmente ahora en el mundo virtual, donde todos estamos conectados. Muchos de ellos tienen puestos de liderazgo para estudiantes graduados y postdoctorados, roles ideales para hacer cambios desde adentro.


Aquí, algunas sugerencias:


"Es mucho más fácil superar los desafíos con personas a tu lado. No eres el único que experimenta desafíos. Todo el mundo, en algún nivel, experimenta frustración incluso en un entorno de apoyo maravilloso ".


Erika es una científica comprometida y trabajadora que busca todas las oportunidades para crear un entorno mejor, tanto dentro de la academia como fuera de esta. Ella es un ejemplo a seguir pues no tiene miedo de levantar su voz cuando ve una injusticia y no teme en tomar el asunto en sus propias manos. Su investigación científica está íntimamente relacionada con su activismo ya que la sustentabilidad ambiental no puede llegar sin un cambio de mentalidad. La forma en que tratamos el paisaje es un reflejo de cómo tratamos a los demás y lo que le hacemos a la tierra, eventualmente nos lo hacemos a nosotros mismos.


Gracias por una entrevista extraordinaria, Dra. Marín-Spiotta.

¡Le deseamos lo mejor ahora y siempre!

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