Tamia Gualan es originaria de la Amazonia Ecuatoriana, cuya infancia estuvo marcada por una profunda conexión con la naturaleza y una activa participación en la protección del medio ambiente. A través de su formación en agronomía, encontró la oportunidad de combinar su pasión por las ciencias naturales con su deseo de trabajar con la gente, especialmente en comunidades rurales.
Sus raíces en la Amazonía y Formación Académica
Tamia se identifica como una amazónica de corazón, es una mujer kichwa Saraguro , nació y creció en la Amazonía ecuatoriana, fusionando así sus raíces serranas con su identidad amazónica.
"Desde pequeña, sentí una conexión profunda con la tierra y la naturaleza," recuerda Tami.
Creció entre la exuberante selva y las comunidades serranas, lo que moldeó su visión del mundo y su deseo de cuidar el entorno.
La migración de su familia desde el cantón Saraguro, de la sierra andina de Ecuador hasta Yacuambi, cantón de la Amazonía, específicamente en la provincia de Zamora Chinchipe, añadió matices a su identidad. Esta herencia migratoria ha generado cierta confusión sobre su identidad, ya que muchas personas asumen que todo el pueblo quichua de saraguros pertenece únicamente a la Sierra. Tamia aclara que hay una gran población Saraguro en Zamora Chinchipe, extendida por varios cantones, siendo ella una orgullosa Zamorana Chinchipense de Yacuambi.
Los Saraguros son conocidos por su rica cultura indígena y tradiciones ancestrales, situándose en los Andes ecuatorianos. En contraste, Yacuambi se encuentra en la región amazónica, caracterizada por su biodiversidad y la influencia de diversas culturas indígenas amazónicas. Esta dualidad geográfica y cultural enriquece la identidad de quienes, como Tamia, viven entre estas dos regiones.
Su camino hacia la educación no fue fácil. Para llegar a su escuela primaria, la Escuela Fernando Daquilema, ubicada en la comunidad de El Salado, parroquia 28 de Mayo del cantón Yacuambi, caracterizada por su enfoque comunitario y su entorno natural amazónico. Tamia al igual que todos los niños de su comunidad debían caminar durante una hora a través de la selva.
Tamia enfrentó la ausencia de un colegio en su comunidad. Por ello, tuvo que migrar hacia el centro urbano, específicamente a la cabecera cantonal de Zamora , donde estudió en el Colegio Daniel Chalán durante tres años. Este colegio, situado en un entorno urbano, ofrece una gama más amplia de recursos educativos.
No obstante, debido a la escasa oferta académica, luego de completar el tercer curso, se vio obligada a cambiar nuevamente de institución para continuar con el bachillerato. Esta vez, cursó el resto de su educación secundaria en el Colegio Alonso de Mercadillo en Yacuambi. Este colegio, aunque también ubicado en un entorno rural, se esfuerza por ofrecer una educación de calidad, enfocándose en las necesidades específicas de sus estudiantes. Estos cambios constantes de escuela durante sus últimos tres años de bachillerato fueron un desafío que Tamia enfrentó con determinación y perseverancia.
En esta etapa de su vida Tami nos cuenta sus vivencias:
“Desde temprana edad, sentí una atracción hacia el mundo vivo y las ciencias naturales, buscando constantemente oportunidades para explorar y comprender más sobre ello. A los 16 o 17 años, consideré estudiar biología, pero el destino me llevó hacia la agronomía. Aunque en ese momento no tenía una conexión profunda con mi elección, ahora veo que fue una suerte del destino. Al sumergirme en el estudio de la agronomía, descubrí una pasión renovada, no solo por la ciencia en sí, sino por su capacidad de impactar positivamente en las comunidades. Es en esta intersección entre la ciencia y el servicio a las personas donde encuentro mi verdadera vocación dentro de la agronomía.”
De esta forma, su pasión por las ciencias la llevó a obtener una beca para estudiar Ingeniería Agronómica en la Universidad EARTH en Costa Rica, una institución conocida por su enfoque en la agronomía y la sostenibilidad y situada en un entorno natural similar al de su infancia. Allí, Tami encontró la oportunidad de combinar su amor por las ciencias naturales con su deseo de aportar con sus conocimientos a las comunidades rurales.
Compromiso con la Comunidad y el Medio Ambiente
Tamia es voluntaria en la Fundación Killkay de Cotacachi, donde colabora con el proyecto Tarpuy. Este proyecto busca promover la valoración y conservación de la tierra en las comunidades, además de combatir la desnutrición infantil mediante la promoción de la agricultura orgánica...
"Ver cómo mi trabajo ayuda a mejorar la vida de las personas es lo que me motiva cada día", afirma Tami.
A través de talleres y charlas, Tami enseña a las comunidades a utilizar sus recursos de manera sostenible y a ser autosuficientes.
Además, Tamia es parte de la iniciativa de Warmi STEM de la Fundación kichwa Institute of Science Technology and Humanities , Warmi es una palabra quichua que significa Mujer , tienen como meta reducir la brecha de género en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Junto con un grupo de mujeres, Tamia trabaja para empoderar a jóvenes mujeres de comunidades rurales, proporcionándoles orientación vocacional y capacitación en áreas STEM.
Por otro lado, en su puesto como Ejecutivo Comercial en una empresa especializada en insumos orgánicos, Tamia desempeña un papel fundamental. No se limita únicamente a la comercialización de productos, sino que también realiza la evaluación de ensayos en campo. Esta labor le brinda la oportunidad de profundizar su comprensión sobre la complejidad y la diversidad de la agricultura orgánica. Además, le permite aplicar sus conocimientos técnicos en el campo, identificando las necesidades del mercado y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles.
Transformando Comunidades a través de la Ciencia y el Empoderamiento Femenino en la Agricultura rural
A lo largo de su trayectoria profesional, Tami ha enfrentado desafíos significativos, como la presencia del machismo en el ámbito agrícola. Sin embargo, ha encontrado en su trabajo con las comunidades rurales un espacio donde las mujeres tienen un papel central en la agricultura y la toma de decisiones.
"Como mujer indígena en un campo predominantemente masculino, es fundamental apoyar y guiar a otras mujeres a seguir sus sueños."
Su mayor logro, según ella misma, es el impacto positivo que puede generar en la vida de las personas a través de proyectos como Tarpuy. Este impacto se manifiesta en la mejora de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental en las comunidades con las que trabaja.
Tamia aspira a trabajar en organizaciones internacionales como la FAO, donde pueda continuar su labor de apoyo a las comunidades a través de proyectos agrícolas. Su objetivo es seguir aprendiendo y enseñando, utilizando sus conocimientos para hacer un impacto positivo en el mundo.
Para las mujeres que trabajan en la agricultura, Tami ofrece un mensaje de aliento y sororidad. Les recuerda su importancia vital en este campo y las anima a valorarse a sí mismas, reconocer su capacidad y buscar oportunidades para aprender y crecer en un entorno que a menudo puede ser desafiante. Tamia expresa que:
"Como mujeres indígenas, tenemos una conexión única con la tierra y nuestras comunidades. No dejemos que los desafíos nos detengan. La educación y la pasión por lo que hacemos son nuestras mejores herramientas."
El desarrollo personal y espiritual como herramientas para el empoderamiento femenino
Fuera de su labor profesional, Tami encuentra alegría en el desarrollo personal y espiritual. Busca formarse como coach de desarrollo personal con enfoque en la espiritualidad, encontrando en la montaña un lugar de paz y renovación.
"La montaña es donde encuentro paz y renovación, y quiero compartir esa experiencia con otras mujeres".
Si quieres contactar a Tamia, buscala en Facebook Sisa Gualan e Instagram @gualantamia.24.
Información sobre la autora
Janeth Bonilla Andrade es especialista agrícola en una institución financiera, enfocándose en la región norte y central de Ecuador. Su trabajo implica desarrollar estrategias y soluciones agrícolas que apoyen a lxs agricultores de estas áreas. Paralelamente, es la co-fundadora y vicepresidenta de la Fundación Kichwa Institute of Science, Technology, and Humanities (KISTH). La fundación se dedica a impulsar proyectos sociales en ciencia y tecnología dirigidos a comunidades, integrando y valorando conocimientos ancestrales en cada iniciativa. Sigue a Janeth en Instagram @janethbonilla4.