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  • noelymargonzalez

¡Cultivemos un jardín! Parte 1: La temperatura, factor clave para el cultivo de nuestros alimentos

Traducido por: Mariela Pérez-Sepúlveda

Puedes leer el artículo en inglés.


¡El invierno casi ha terminado y eso significa que podemos comenzar a prepararnos para cultivar nuestra propia comida en nuestro jardín! Cultivar nuestra comida es una gran oportunidad para aprender y divertirse, y también para desarrollar la soberanía y seguridad alimentaria para nosotrxs, nuestros seres queridos y la comunidad. Sin embargo, ¿se ha preguntado por qué tenemos que esperar hasta la primavera o el verano para cultivar nuestros alimentos? ¿Por qué tenemos que esperar hasta que haga más calor para cultivar plantas? ¿Qué efectos tiene la temperatura en nuestros cultivos? ¡Vamos a averiguar!


Thermometer in field
Foto por Jarosław Kwoczała en Unsplash

La temperatura es un factor importante que afecta el crecimiento de las plantas. Las plantas, especialmente las que cultivamos en un jardín como hortalizas, frutas y hierbas, generalmente prefieren crecer a temperaturas que van desde los 40 a los 85 ºF. En temperaturas extremas como en el clima frío en el invierno o el calor extremo en el verano, la mayoría de nuestras plantas de jardín se ven afectadas al nivel que podemos observar cambios significativos. A continuación, discutiremos en términos generales qué les sucede a las plantas cuando las temperaturas no son favorables para su desarrollo.


¿Qué sucede cuando está muy frío?


1. Dormancia


¿Ha notado que algunas plantas resisten el invierno, mientras que otras no? ¿Has visto que las plantas que resisten el clima frío, las perennes, suelen dejar caer todas sus hojas cuando empieza a hacer frío en el otoño? Estas cosas suceden porque algunas plantas, y también semillas, pueden entrar en una etapa de letargo cuando el clima se vuelve demasiado frío. De hecho, hay dos tipos de latencia: 1)eco- y 2)endo- dormancia.


fall trees
Foto por Courtney Read en Unsplash

La endo-dormancia es la etapa más profunda de latencia a nivel celular y esto es provocado por las hormonas vegetales cuando la planta detecta cambios climáticos como disminución de la luz y la temperatura. En respuesta a estas señales, las plantas ralentizan y/o detienen su crecimiento y su actividad metabólica, como la fotosíntesis, y dejan caer sus hojas. Cuando las plantas están muy frías y pasan a endo-dormancia, pueden pasar a la eco-dormancia. La eco-dormancia ocurre cuando la planta está lista para crecer o reactivarse, pero las condiciones ambientales no permiten que la planta crezca. Lo mismo puede suceder con las semillas, pero las semillas pueden entrar en dormancia debido al clima frío y también debido a la falta de agua, incluso si la temperatura es favorable.


Aquí hay una ilustración muy general sobre cómo las hormonas vegetales influyen en el crecimiento y desarrollo en plantas y semillas perennes durante diferentes etapas:




2. Sensibilidad de la planta a baja temperatura


El clima frío, especialmente el clima helado, puede lastimar muchas plantas no resistentes como algunas hortalizas o frutas anuales. Esto sucede porque el clima muy frío puede formar pequeñas partículas de hielo que dañan o rompen las membranas celulares de las plantas, provocando la muerte celular y, en consecuencia, la muerte de las plantas. Además de la desintegración celular debido al hielo, las células vegetales pueden acumular demasiadas sales, lo que eventualmente causa la deshidratación de la planta.


3. ¿Qué sucede cuando el invierno termina?


Green Garden in spring
Foto por Markus Spiske en Unsplash

Cuando termina el invierno, las plantas pueden despertar de la dormancia, gracias a los mensajes de las hormonas como la giberelina, auxina y citoquininas, y continuar su actividad. En el caso de las semillas, pueden germinar bien en un clima más cálido con la ayuda del agua. Los diferentes cultivos requieren rangos de temperaturas específicas para germinar y/o crecer.

4. ¿Qué sucede cuando hace mucho calor?


Cuando el clima es demasiado caluroso, muchas plantas también pueden sufrir daños. Por ejemplo, algunas plantas pueden experimentar un descenso en el crecimiento, estrés hídrico y deshidratación cuando también hay falta de agua suficiente o hay demasiada evaporación de agua debido al calor. Estos problemas ocurren porque el calor intenso puede causar una disminución significativa en el índice de fotosíntesis y en la eficiencia de la transpiración de las plantas. Cuando las plantas no realizan la fotosíntesis suficiente, esto podría disminuir la producción de enzimas en las células vegetales (como Rubisco) y también la síntesis de ATP (trifosfato de adenosina). El ATP es necesario para producir energía y realizar actividades en la célula (las plantas lo necesitan para vivir). Por lo tanto, el calor intenso también puede afectar la productividad de los cultivos, disminuyendo el rendimiento, el tamaño y la calidad de las frutas o verduras.



¡Ahora, comencemos a planificar y preparar nuestro jardín!


Ahora que el invierno casi ha terminado y tendremos las temperaturas adecuadas para cultivar plantas, planifiquemos nuestro jardín y comencemos algunos preparativos.


1. Piense qué tipo de hortalizas, frutas y/o hierbas le gustaría comer pero que también podría cuidar. Los jardines requieren tiempo, trabajo y recursos. Algunas plantas requieren más cuidados que otras. Por ejemplo, los tomates son más delicados y requieren más trabajo que una especia como el orégano. Además, debe pensar qué recursos tiene disponibles. Por ejemplo, ¿tiene buena iluminación? ¿Tiene el espacio necesario para los tipos de plantas que desea cultivar? ¿Tiene fácil acceso al agua, equipo de control de plagas o fertilizantes?


2. Busque una guía de jardinería local que contenga todos los detalles sobre cuándo y qué cultivos crecen mejor en la región. Esto le ayudará a planificar cuándo comenzar a germinar y trasplantar. Las páginas de internet de la Extensión Cooperativa son una excelente fuente para encontrar este tipo de información.

A continuación, se muestra un ejemplo de una guía de jardinería:

3. Siguiendo las recomendaciones de la guía local en jardinería, comience a germinar las semillas de las plantas que usted seleccionó en el interior de su hogar hasta que el clima se vuelva más cálido. La mayoría de las plantas anuales prefieren temperaturas superiores a 40ºF para crecer sanas. Mientras tanto, puede mantener sus plantas y plántulas calientes en el interior de un lugar. Las semillas solo necesitan agua y una temperatura favorable para germinar. Siembra sus semillas a una profundidad de alrededor de 1.2 cm o 0.5 pulgadas de la superficie del suelo, cubriendolas ligeramente si lo prefiere y agregue agua suavemente. Algunas semillas tardan más en germinar que otras. Tenga cuidado de no regar demasiado las semillas, esto podría promover enfermedades fúngicas. El suelo debe estar húmedo, pero no completamente saturado.


Foto por Markus Spiske en Unsplash

4. Después de que las semillas germinen, asegúrese de proveerles suficiente luz. Esta luz puede ser artificial (luces de crecimiento) o natural. Además, asegúrese de suministrar suficiente pero no exceso de agua. Usar una botella con atomizador es una forma segura de agregar humedad a las plántulas durante la semana. Como mencionamos antes, asegúrese de que el suelo esté húmedo, pero no completamente saturado.

Foto por Cathy VanHeest en Unsplash

¡Para obtener más información, permanezca atentx a más contenido de jardinería el próximo año! Háganos saber si tiene alguna pregunta que le gustaría discutir.


Fuentes

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