Traducido por: Mara Cuebas-Irizarry
Como estudiante de posgrado, me he dado cuenta de la falta de un ingrediente esencial que no se nos enseña a muchxs de nosotrxs: tener y manejar una conversación difícil con otrxs (compañerxs, supervisorx, investigadorx principal, etc.).
De hecho, ¿qué es una conversación difícil y qué conlleva? A menudo se define como una situación que se ha vuelto incómoda, necesita ser discutida, pero nos preocupan los pensamientos y sentimientos de otras partes hacia ella. En otras palabras, tener esta conversación es una en donde las emociones se exaltan. Algunos ejemplos de qué es una conversación díficil son, pero no se limitan a: acoso sexual, sexismo, homofobia, racismo, microagresión y las conductas que conllevan.
En mi experiencia, descubrí que no es una tarea sencilla tener una conversación difícil. Esto se debió a que la otra persona entendía que era una norma cultural oprimir a las mujeres al participar en microagresiones sobre cualquier tarea. Lo que significaba que tener una conversación difícil me resultaba angustiante y, sobre todo, intimidante.
Aún así, ¿por qué nos sentimos así? ¿Por qué nos falta tanta confianza para decir lo que hay que decir? Puede tener algo que ver con no saber por dónde empezar, o puede deberse a no saber qué decir que parezca apropiado. A pesar de esto, es realmente necesario tener conversaciones difíciles porque promueven un ambiente de trabajo saludable no solo para ti sino para lxs demás.
A continuación, se ofrecen algunos consejos para preparar y llevar a cabo una conversación difícil:
Escribe tus pensamientos
Escribir un esquema o una grabación verbal de cómo y qué quiere decir ayuda en el proceso de organizar sus pensamientos y practicarlo.
Ponte en sus zapatos
Puede ser difícil ver cuál será la opinión de la otra persona y requerirá esfuerzo de tu parte. Teniendo una conversación con unx amigx cercanx, unx compañerx de estudios de posgrado o unx consejerx podrías beneficiarte al ver la situación desde una perspectiva diferente.
Establece una fecha
Cuando establezca una fecha y una hora, será menos probable que se desvíe de su plan de mantener la conversación. Te compromete a ti y a esa otra persona a sentarse y hablar. Sin embargo, ten esta conversación cuando hayas tenido tiempo para analizar la situación y ciertamente no tengas tus emociones involucradas en ella. PD ¡Hazlo en algún lugar en privado!
Ser objetivx
Añadir emoción a la conversación puede obviar la toma de decisiones racionales. Esto a menudo se conoce como el "modo de lucha o huida". Intenta respirar o hacer una pausa si la conversación se vuelve intensa. Recuerda, ¡puedes manejar esto!
Ser concisx y enunciar los hechos
Lo creas o no, menos es más. Al abrumar a alguien con demasiada información, es posible que se pierda el interés de la persona. Además, mantenerse fiel a los hechos añade credibilidad. ¿Cómo puedes hacer esto? Escribiendo en un diario fechas, horas, personas involucradas y lugar dónde ocurrió.
Escucha y pregunta
Permite el espacio para que otrxs comenten. Además, integra ser unx oyente activx. Esto significa que escuchamos atentamente lo que se dice, lo repites con tus propias palabras y / o reflexionas sobre lo que se dice y haces preguntas. Un ejemplo de esto es: "¿Lo que estás tratando de decir ...?" o "¿Quieres decir ...?" Esto provee retroalimentación sobre lo que la otra persona está tratando de comunicar: ¿es efectivo o es necesario realizar una aclaración?
No ofrezcas una solución
A menudo queremos una solución específica. Sin embargo, debemos considerar lo que otrxs estarían dispuestxs a hacer para resolver la situación. Si no se llega a un acuerdo entre usted y la otra persona, es posible que otrxs (recursos humanos, mediadorxs, superiores, etc.) deban involucrarse.
Se Flexible
Es posible que no obtengamos la solución que imaginamos, pero al menos debería hacer que el lugar de trabajo sea un entorno más saludable. Dale una oportunidad, es posible que te sorprendas en el buen sentido.
Próximos pasos
Trate de evaluar cómo están las cosas después de tener una conversación difícil. ¿Han cambiado las cosas? Si no es así, busque la orientación de unx superior u otrxs, como recursos humanos en su lugar de trabajo.
Si hay un consejo que puedo compartir es que es importante tener conversaciones difíciles y siempre valen la pena.
Recuerde, el objetivo de tener una conversación difícil es promover un ambiente laboral más saludable donde no se asume ni se espera cosas de los demás que no fueron discutidas.
Como resultado, ha encontrado el valor de hablar por sí mismx, pero también establecer límites para que lxs demás comprendan lo que se considera un comportamiento aceptable.