Una luchadora leal y valiente que ha luchado contra los estereotipos y la injusticia.
La Dra. María de Lourdes Lugo Torres es una científica de malezas y profesora que se ha desempeñado en la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Puerto Rico - Recinto de Mayagüez (UPRM) durante más de 30 años. Ha enseñado la conferencia y el curso de laboratorio de Weed Science, ha guiado la práctica de verano de estudiantes de pregrado, la investigación, el seminario y ha participado en comités de graduados de maestría. Está a cargo de las fincas orgánicas en la Estación Experimental Agrícola (AES) de Lajas y Gurabo, donde lidera programas de extensión para agricultores sobre la transición de la producción convencional a la orgánica.
Una pasión subconsciente
Su carrera académica comenzó en casa. Su padre era agrónomo y su madre trabajaba en el Servicio de Extensión Agrícola en Puerto Rico. Inicialmente, no contempló la agricultura como una carrera, pero luego se dio cuenta de la fuerza que ejercía la influencia de sus padres. Fue admitida en la UPRM, con especialización en Agronomía, pero fue la falta de empatía de sus profesorxs la clave para encontrar su verdadera pasión.
“La mayoría de mis profesorxs parecían superiores a sus estudiantes y no me sentía cómoda hablando con ellos. Esto me hizo cambiar de Agronomía a Horticultura como especialidad; lxs profesorxs eran más amables en este departamento." Durante su práctica de verano como estudiante subgraduada, conoció al científico de malezas, Dr. Ribero en la AES Juana Díaz. Su investigación se centró en el uso de malezas y herbicidas. Su entusiasmo la inspiró a continuar en la escuela graduada y, por lo tanto, solicitó un M.Sc. en Protección de Cultivos en la UPRM, institución donde obtuvo su B.Sc.
Después de su maestría, su primer trabajo fue con la Dra. Nelia Acosta, una respetada nematóloga en el Departamento Agroambiental de la UPRM. Aunque a María no le gustaban las ciencias del suelo y la nematología, trabajó duro y aprendió todo lo que pudo de Nelia. Otra científica que inspiró a María fue la Dra. Rocío Rodríguez, una fitopatóloga que, como la Dra. Acosta, era una mujer fuerte y respetada en el departamento. María aspiraba a ser como ellas.
El camino a través de la escuela graduada
Le ofrecieron un trabajo en el Servicio Nacional de Conservación de Recursos (NRCS, por sus siglas en inglés), pero lo rechazó porque no estaba en la ciencia de la hierba y sintió que un puesto universitario le daría más libertad en las áreas de investigación. Tuvo que decidir si permanecer en su sistema o mudarse a una agencia federal, y eligió permanecer leal a su universidad. María se trasladó de la AES del UPRM a la AES de Río Piedras, donde se reubicó a su pareja. Poco después, se casaron y se mudaron a Arkansas para obtener su doctorado.
"Después de mi M.Sc. no me sentí cómoda con los conocimientos que tenía en ese momento. Quería aprender más y por eso no dudé en hacer el doctorado."
Para su sorpresa, 3 de lxs 35 estudiantes graduados en el programa de Ciencias de la Maleza de la Universidad de Arkansas eran mujeres y María era una de ellas. Los cursos, el idioma, la adaptación a la vida matrimonial y la demografía jugaron en su contra. Durante tres años, fue a la biblioteca todos los días de lunes a jueves y estudió mucho. En un momento, sintió ganas de renunciar y regresar a casa, pero su esposo le dijo: "no puedes irte, estamos juntos en esto."
"Uno desarrolla el carácter. En ese entonces y ahora, es un campo de hombres. Tuve que luchar contra el prejuicio de la barrera del idioma, ser puertorriqueña y ser mujer."
María se dio cuenta de la importancia de los grupos de apoyo. Sin su esposo, amigxs y familia, probablemente no lo hubiera logrado. Después de toda la perseverancia, obtuvo su Ph.D. en la ciencia de la hierba.
"Para ir a la escuela graduada, no tienes que ser brillante, solo resistente y perseverante. 'Meterle ganas', como dirían los puertorriqueños. La inteligencia ayuda, pero lo que necesitas es el impulso para seguir adelante."
Al realizar una investigación, la Dra. Lugo alienta a lxs científicxs a tener en cuenta que la razón detrás de esto es ayudar a los agricultores a mejorar la producción con mejores técnicas, estrategias y prácticas. Y así, María de Lourdes se convirtió en la primera y única científica de malezas de Puerto Rico.
Primero investigadora, luego profesora
Su experiencia es en el manejo de malezas de cultivos de raíces, bananos, plátanos y pastos. En los años 80, el manejo integrado de plagas se hizo muy popular, por lo que la biología y ecología de las malezas ganó importancia.
La Dra. Lugo dedicó muchos años de su carrera al registro de herbicidas bajo el Proyecto IR-4, tarea que no realizaban las empresas manufactureras. Los herbicidas registrados para cultivos de raíces en Puerto Rico son el resultado de la investigación de la Dra. Lugo en este programa.
En los últimos 12 años, se ha dedicado a un ámbito diferente, la agricultura orgánica, extensión y educación. "Una de las mayores satisfacciones como profesional ha sido dar clase, ver graduarse a mis alumnos y saber que de alguna manera los influí para que se convirtieran en buenos profesionales y buenos seres humanos. Verlos triunfar es lo mejor."
Además de investigadora y profesora, la Dra. Lugo es asociada de la Revista de Agricultura de la Universidad de Puerto Rico. Ha trabajado con el Departamento de Agricultura de Puerto Rico inspeccionando el material vegetal importado y otorgando permisos a empresas para utilizar productos registrados en la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Apoyo, sobre todo
La Dra. Lugo se ha enfrentado a profesorxs y directorxs en defensa de las mujeres jóvenes. No teme ir en contra del sistema cuando reconoce que sus fallas se convierten en obstáculos para lxs estudiantes. "Antes de ser profesora vivía en una burbuja. No era consciente de las situaciones y necesidades que enfrentan las jóvenes estudiantes durante su carrera, como embarazos accidentales, crianza de hijos, deserción y regreso, violencia doméstica, pérdida de hogares, desempleo y lucha para pagar el alquiler. Me han hecho más sensible y decidí que necesitaba ayudarlos a graduarse sin importar qué."
"Como Universidad estatal de Puerto Rico, es nuestra responsabilidad ayudar a los estudiantes a tener éxito para que puedan tener una mejor calidad de vida, mejores oportunidades laborales y no hacerles sentir que el sistema les ha fallado."
Por eso, se ha convertido en una aliada de sus alumnos, alguien en quien pueden contar para recibir apoyo y consejo. Ella les da seguimiento después de que se gradúan escribiéndoles y ayudándoles a mantenerse encaminados. En un mundo lleno de distracciones, dice que la inteligencia no es suficiente.
“Necesitas tener carácter y disciplina sobre todo. La constancia, la perseverancia y el trabajo duro superan cualquier inteligencia."
Una valiente luchadora y ayudante
Al comienzo de su carrera investigadora, cuando estableció las pruebas de campo, lxs trabajadorxs de AES tuvieron dificultades para seguir las órdenes de una mujer.
“En mi primer año como investigadora, fui yo quien aplicó los herbicidas, y algunxs de mis compañerxs se opusieron a esto porque era mujer. Con el tiempo fui ganando credibilidad trabajando junto a ellxs todos los días hasta que un día gané a lxs trabajadorxs y finalmente me respetaron. Eso sigue siendo un desafío."
La mayor parte del trabajo científico de las malas hierbas se realiza en el campo.. Lugo tuvo que ir en contra de los estereotipos de que una mujer no puede calibrar un pulverizador y contra el pensamiento común de "las mujeres no pueden hacer agricultura". Ha sido un desafío, pero nunca se ha rendido ensí misma ni en los demás. María sabe que en un momento u otro todos necesitamos ayuda y ella es el tipo de persona que siempre está ahí para echar una mano.
"Ayudo a quien necesita ayuda, pero sé lo difícil que es para las mujeres en la agricultura. También ayudo a los estudiantes varones, pero ellos no enfrentan tantos prejuicios como las mujeres en este campo".
Un estilo de vida pandémico
En la academia, el aislamiento ha convertido la comunicación en línea en la nueva norma. En su caso, tuvo dificultades para hacer la transición y adaptar sus clases en línea.
"Al principio, nuestros supervisores eran muy duros con nosotros. Nos vimos obligados a tomar 2-3 seminarios todos los días. Me sentí muy estresada porque no dominaba la tecnología. No tenía idea de cómo hacerlo, pero mi hijo me ayudó. Yo practicaba dando las clases con él. No soy una experta ahora, pero he mejorado gracias a él." Ha sido capaz de seguir adelante creando una estricta rutina en el hogar. Ella dice que la consistencia es clave.
María ha cocinado y horneado más, que son algunos de sus pasatiempos, además del ciclismo, la recolección de monedas y el servicio comunitario.
Reflexiones cerca de la línea de meta
"Han sido 32 años de servicio. Estoy cerca de terminar mi carrera y aunque me puedo retirar, esperaré 2 años más pero no volveré al aula. Necesito desconectarme poco a poco porque emocionalmente ha sido muy fuerte."
El paso de estudiantes por su salón de clases la ha hecho reflexionar sobre la educación moderna y los desafíos que enfrentan los estudiantes hoy en día, desafíos que ella no tenía en su día. Ella piensa que ahora es más difícil concentrarse en la universidad porque hay muchas distracciones que su generación no tenía.
La Dra. Lugo es un ser humano audaz, que nunca ha temido expresar sus pensamientos y defender su punto de vista. Ha enfrentado muchos desafíos en el camino, pero ninguno la ha derribado. La han ayudado a crecer y mantenerse con la cabeza en alto. Una de sus mejores lecciones y consejos es devolver lo que se le ha dado.
"Creo que debes devolverle a la universidad lo que te dio la universidad. Si la universidad nos ayudó, debemos ayudar a la universidad. La mejor decisión que tomé fue ser profesora."
¡Gracias por compartir su viaje con nosotrxs Dra. Lugo!
Te deseamos lo mejor ahora y siempre.
Se puede contactar a la Dra. Lugo en:
Email: maria.lugo15@upr.edu
LinkedIn: Maria Lugo-Torres
Esta entrevista fue escrita por Patricia Marie Cordero Irizarry.